Bienvenidos a este blog "Crecer Aprendiendo". Somos cuatro estudiantes de Educación Primaria y estamos totalmente convencidas de que la enseñanza y el aprendizaje a través de cuentos es una metodología muy efectiva, a través de la que se pueden desarrollar diversas materias escolares, así como que es una vía que contribuye a la comprensión lectora y a potenciar la imaginación, creatividad, asimilación de valores y normas morales, entre otras muchas ventajas.
Por tanto, nuestro blog será un espacio en el que iremos publicando diversos cuentos, historias, fábulas educativas, etc. de donde podemos extraer muchas enseñanzas y aprendizajes nuevos y entretenidos para que los niños y niñas puedan "crecer aprendiendo".
Lanzamos entonces nuestra primera fábula:
LA LIEBRE Y LA TORTUGA
La fábula de la liebre y la tortuga es una de las historietas más conocidas de nuestra literatura, que seguramente todos habremos escuchado alguna vez. Es un cuento tradicional y educativo que tiene la finalidad de que el alumnado aprenda valores como la constancia y el esfuerzo. Trata de una carrera entre una liebre y una tortuga ¿ganará la liebre?
Un día la tortuga y la liebre se encontraron en medio del bosque, y como allí no había nadie más, la tortuga se atrevió a retar a la liebre para que dejara de reírse de ella y demostrarle a todos los animales una importante lección.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto! Decía la liebre riéndose de la tortuga.
- Liebre, ¿vamos a hacer una carrera? Estoy seguro de que te ganaré y por fin dejarás de reírte de mí.
- ¿A mí? No sabes lo que dices, soy tan rápida que nadie puede alcanzarme.
- Sí, sí, confío en mí y sé que puedo lograrlo. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy engreída y orgullosa aceptó la apuesta y lo comunicó a todos los animales, que se reunieron en la explanada más grande del bosque para presenciar esta prueba, que parecía tener un fin muy evidente. El búho fue el encargado de señalizar el punto de partida y de llegada y así comenzó esta histórica batalla.
Cuando sonó el silbato la liebre salió corriendo y la tortuga se quedó atrás tosiendo y envuelta en una nube de polvo, pero cuando empezó a andar la liebre ya la había perdido de vista. La tortuga no tiró la toalla y comenzó a andar, a su ritmo y sin parar.
La liebre, confiaba en que la tortuga tardaría mucho en alcanzarla así que a mitad de camino decidió descansar bajo un frondoso árbol, donde se quedó dormida. Mientras tanto la tortuga seguía caminando sin rendirse. De repente la liebre se despertó y vio a la tortuga a escasos pasos de cruzar la línea de meta, ella no podía perder, era imposible, así que se levantó de un salto y con todas sus fuerzas salió corriendo.
Ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado.
¿Qué creéis que podemos aprender que podemos aprender de esta fábula? ¿Te has sentido alguna vez como la tortuga?
La liebre aprendió tras su derrota que no debería volver a burlarse de nadie, porque cada uno sabía como aprovechar sus capacidades y sus virtudes, también aprendió que el exceso de confianza y el orgullo son el peor obstáculo para alcanzar nuestros objetivos y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que los demás, todos somos únicos e incomparables. Además, debemos adoptar el espíritu guerrero de la tortuga, no debemos rendirnos ante la adversidad, debemos de ser constantes y trabajar en aquello que queremos conseguir y así los resultados serán esplendidos.