Cómo ya hemos dicho anteriormente la lectura es una de los pasatiempos más positivos para trabajar con los niños , sin embargo el catálogo de obras de literatura infantil es muy amplio y constantemente se renueva y se actualiza. Por ello, ¿cómo debemos seleccionar correctamente un buen libro infantil con el que los más pequeños puedan aprender?
1. Es respetuoso con la infancia
El libro o cuento debe contener mensajes que comuniquen la protección de los derechos de los niños y debe procurar su bienestar, por tanto, la información transmitida no puede estar sujeta a ningún estereotipo que limite el desarrollo del niño, ni tampoco que le inculque comportamientos no adecuados a su edad. Los niños son niños, y como tal deben conocer la parte del mundo que le corresponde.
2. Calidad literaria
Los adultos somos capaces de diferenciar la calidad literaria que tiene u libro, cuando al empezar a leerlo este nos atrapa y nos metemos dentro de la trama, en caso de los niños esto debe de ser igual. La calidad literaria de un libro infantil debe de ir acompañada de un título que está respaldado con excelentes valoraciones y críticas positivas. ¿No miras las reseñas de un restaurante o de un hotel antes de ir? En ocasiones además de leer estas reseñas debemos comprobar por nosotros mismos que el libro que ofrecemos a los pequeños es apto para ellos, superando nuestras propias expectativas.
3. Adaptado a la edad a la que se dirige
Ya hemos comentado que los niños pasan por una serie de procesos de desarrollo cognitivo, en función a su edad o a su experiencia, por tanto no es igual un niño de 4 años que un niño de 8 años: su nivel de compresión no es el mismo, ni su vocabulario, ni su forma de expresión, ni cómo se relaciona con el medio...Entonces, es esencial que el contenido de la obra se alinee con la etapa vital en la que se encuentra el niño, podemos comprobarlo en la portado del propio libro, pero si nuestro alumno tiene ciertas necesidades también deberemos comprobar que está efectivamente adaptado a su desarrollo.
4. Un argumento coherente y creíble
Los cuentos y series de dibujos animados infantiles suelen contener algunos rasgos que no son reales, empleando el recurso de personificación, porque los animales adquieran características humanas, porque las personas tengan superpoderes, que haya objetos que no sean reales... A pesar de estas alteraciones que como adultos nos resultan extrañas los niños tienen la capacidad de entenderlas cómo normales. Lo más importante, e independientemente de esto es que no podemos leer una historia que no esté en un orden lógico, donde los personajes no sean coherentes y que los hechos no tengan ninguna relación. Es imprescindible que todos los detalles de la historia encajen perfectamente en el puzzle de la composición final.
5. Es educativo y creativo
El objetivo de la lectura infantil es entretener al lector, educarlo e inculcarlo en los más pequeños una serie de valores adecuados a su edad. Disfrutar es importante pero también tenemos que desarrollar una serie de habilidades como la compresión lectora, las formas de expresión, la ortografía, la creatividad, la inteligencia, y muchas otras más. El potencial de la historia debe ser tal que permita al niño adquirir un montón de nuevos conocimientos, una ventana que abra un montón de posibilidades de aprendizaje.
6. Una presentación atractiva
Es cierto, que no podemos juzgar a un libro por su portada, sin embargo, también es cierto que un libro nos llama la atención cuándo se encuentra enmarcado en una bella portada. Por tanto para incitar a un niño a comenzar con la lectura de un libro, su exterior y sus ilustraciones deben causar un impacto visual en el más pequeño, atrayéndolo para descubrir la historia que contiene.
A raíz de lo anterior, os dejamos aquí un vídeo en el que una estudiante de Psicología recomienda una serie de libros para edades de entre 0 - 8 años.
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