lunes, 15 de abril de 2024

RICITOS DE ORO

 Ricitos de oro es una niña muy curiosa pero buena y simpática con todo el mundo, al ser tan curiosa siempre estaba mirando las cosas de los demás, su madre de vez en cuando se enfadaba con ella.


- Nena, lo que haces no está bien, a ti no te gustaría que cogieran tus cosas, tus juguetes o tus vestidos bellos.

Ricitos no podía evitarlo y un día de primavera en el bosque, se alejó por un camino desconocido, fue cuando encontró una casita preciosa de paredes azules y ventanas adornadas con geranios. Tanto le pudo la curiosidad que entró a mirar, no había nadie en la casa y la puerta estaba abierta. Comenzó a recorrer el salón pensando en lo bonita que era la casa, tan limpia y cuidada.

- ¡Está todo espléndido! Me iré cuando eche un vistazo.

A ella le sorprendió que la mesa estuviera puesta, sobre el mantel había tres tazones de leche y como tenía mucha hambre decidió beberse la taza más grande, pero esta quemaba mucho, probó la mediana pero estaba fría, en cambio la taza más pequeña estaba templada como a ella le gustaba.

- ¡Qué buena! -pensó mientras sus ojos miraban a las tres sillas azules de distintos tamaños- ¿De quién serán estas sillas?... voy a sentarme para probarlas.

Tan decidida trató de subirse a la más alta y no pudo, entonces probó con la mediana pero era demasiado dura, lo que hizo que al final se sentase en la más pequeña.

-¡Qué cómoda es!

La silla al ser de mimbre no soportó el peso de la niña, a lo que la niña pensó que se iría a una habitación de la casa para descansar.

En el cuarto también había tres camas de distintos tamaños y como era de esperar, Ricitos escogió la cama más grande pero era demasiado ancha, fue a la mediana aunque esta tenía un colchón demasiado blando, entonces de un salto se metió en la cama pequeña que estaba junto a la ventana, esta era la más cómoda y se quedó profundamente dormida.

Al rato aparecieron los dueños de la casa, los cuales era una pareja de osos con el hijo pequeño. Cuando entraron en la casa notaron que alguien había entrado.

El pequeño oso se acercó a la mesa para beberse su leche...

- ¡No puede ser! Alguien se la ha bebido

Sus padres osos sorprendidos intentaron tranquilizarle. Mientras comprobaban que todo estaba en orden el osito fue a sentarse en silla y se dio cuenta que estaba rota.

- ¡Mamá, papá! ¡Mi silla está rota!

Todo tan extraño que los padres subieron por las escaleras muy despacito se encontraron la puerta de su habitación entreabierta, empujándola despacito vieron a una niña dormida en una de las camas.

- ¿Qué hace esta niña en mi camita? -gritó el osito pequeño asustado

Su voz despertó a la niña y cuando abrió los ojos se encontró a los tres osos mirándola fijamente.

- ¿Qué haces en nuestra casa? -dijo el padre enfadado-

Ricitos se asustó muchísimo y pidió perdón

- Perdón yo no quería molestar, vi la puerta abierta y no lo pensé bien.

- ¡Fuera de aquí es nuestra casa!

La niña salió avergonzada y cuando llegó al jardín echó a correr y no paró hasta llegar a su casa. Su madre estaba colocando unas flores en el jarrón cuando vio llegar a su hija acalorada, tuvo que contar lo que había pasado, entonces su mamá le dijo unas palabras que nunca olvidará:

- Hija esto pasa cuando no respetamos las cosas de los demás, esto te ha servido mucho para aprender y que de ahora en adelante pidas permiso y dejes de mirar y curiosear lo que no es tuyo.



 Ricitos de Oro entra en la casa de los osos sin permiso y consume su comida, se sienta en sus sillas y se acuesta en sus camas, lo que se considera una falta de respeto. La moraleja podría ser que es importante pensar en cómo nuestras acciones afectan a los demás y ser conscientes de los límites de lo que está bien y lo que no lo está. También podría destacar la importancia de la prudencia y la moderación en lugar de la impulsividad y el exceso.

El día del libro: 23 de abril

¿DE DÓNDE VIENE EL DÍA DEL LIBRO? 

El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor fue fijado por la UNESCO en 1995 debido a que entorno al 23 de abril, murieron tres grandes autores de la literatura universal: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. 

Sin embargo, la fecha original para el calendario español es muy poco conocida. Inicialmente se celebraba el 7 de octubre, cuando se creía que había nacido el creador del Quijote. El escritor valenciano Vicente Clavel impulsó esta propuesta y finalmente el rey Alfonso XIII aprobó y firmó el Real Decreto por el que se estipulaba que el 7 de octubre de todos los años se conmemoraría el nacimiento de Cervantes. Durante casi 5 años se celebró en esta fecha, pero comenzaron a surgir críticas por no saber el día exacto del nacimiento. 

Ante este revuelo, en 1930 se acordó trasladar la Fiesta del Libro al 23 de abril de manera definitiva, por lo que la publicación de novedades y organización de actos de firmas ejemplares comenzaron a generalizarse a partir de esa fecha.

Mucho tiempo después, en 1995, el gobierno español presentó la propuesta a la UNESCO para establecer esta fecha del Día del Libro a nivel mundial y se aprobó el mismo año. 

ACTIVIDADES PARA FOMENTAR LA LECTURA 

Para celebrar esta actividad con los más pequeños se pueden realizar una serie de actividades que los acerquen a la lectura y que mejoren su hábito lector. 

1. Hacer un marcapáginas. Es una manualidad muy sencilla que no requiere demasiada destreza y que será un éxito asegurado para los más pequeños que aman las manualidades. Para ellos solo necesitarás cartulina, rotuladores, purpurina o pegatinas y cualquier cosa para decorar, según el gusto de los más pequeños. Algunos ejemplos de marcapáginas pueden ser los siguientes: 








2. Hacer minilibros. Se trata de una manualidad para la que solo se necesitarán folios cortados en cuadritos pequeños, una cartulina y mucha imaginación. Cada alumno escribirá su propio cuento e incluso ilustrándolo. La cartulina será la portada y contraportada y también requerirá un diseño.








3. Representar un libro en una obra de teatro. ¿Puede haber algo más entretenido que actuar y llevar a la vida a un libro? Llevar a cabo una obra de teatro es una oportunidad de meterse dentro de una historia divertida, preparar el vestuario y los guiones, algo que mueve el interés y la expectación de los niños. 

4. Ilustrar poemas. Esta puede ser una muy buena idea para los niños más pequeños que aún no saben leer y escribir. Al leer el poema, por ejemplo de la gran autora Gloria Fuertes, les dejamos que ilustren las estrofas según su propia imaginación y la idea que pueden extraer de ello. 

Enlace de vídeo ejemplo

5. Trueques de libros. Si tenemos amigos a los que les gusta mucho leer, se puede organizar un trueque de los libros favoritos que tengamos, para aprender más sobre los gustos de los demás y adentrarnos en una nueva historia desconocida. 

Lo más importante es dejar libre la imaginación y celebrar con lo que más nos guste este día de la lectura. 

¡Feliz día del libro! 

lunes, 8 de abril de 2024

Fábula: La cigarra y la hormiga

Durante el verano, el sol brillaba, las flores olían maravillosamente y la cigarra cantaba y cantaba, ella era muy feliz descansando y disfrutando del buen tiempo del verano. Mientras tanto, una pequeña hormiga pasaba el día entero trabajando, de sol a sol recogiendo alimentos. 

La cigala le decía - ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un poco, siéntate aquí conmigo mientras te canto una bonita canción.

A lo que la hormiga le contestaba cansada, mientras continuaba recogiendo el grano que había esparcido por la tierra - Creo que mejor deberías recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería...

Sin embargo, la cigarra reía ante los comentarios de la hormiga y seguía cantando sin hacer caso. Un día, al despertarse, había llegado el invierno y sintió el frío de repente en su cara. Las hojas de los árboles se habían caído y solo quedaban unas tristes ramas llenas de nieve. 

La cigarra vagaba por el bosque helada y hambrienta, tratando de buscar algo de alimento para poder llevarse a la boca. Entonces, vio a lo lejos la casa de su amiga la hormiga, aquella que le aconsejó que recogiera alimentos y que en verano no paró de trabajar. La cigarra, muy avergonzada, se acercó a pedirle ayuda. 

- Amiga hormiga, tengo mucho frío y nada para comer, ¿podrías darme algo? Tú tienes mucha comida y una casa calentita donde poder cobijarte, mientras que yo, no tengo nada y estoy sola. 

La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra. - Dime amiga cigarra, ¿qué estabas haciendo tú mientras yo madrugaba para trabajar durante el caluroso verano? ¿Qué hacías mientras yo cargaba con granos de trigo de acá para allá sin descanso? 

A ello, la cigarra resignada contestó - Yo... cantaba y cantaba bajo el sol... 

- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en verano, ahora baila durante el invierno - contestó la hormiga muy enfadada. Y cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido una lección. 

La moraleja es que no debes dejar para mañana lo que puedas hacer hoy. Además, nos dice que no debemos dividir nuestro tiempo para todo, dedicar un tiempo a divertirnos, otro a trabajar y que no debemos confiar siempre en que todo nos va a ir bien, ya que hay épocas buenas y malas.




Un rincón de lectura Montessori

Al igual que la visita a la biblioteca es uno de los pasos más importantes para iniciar a los niños en el ámbito lector, crear un rincón de lectura en casa es una de las mejores formas de fomentar la lectura. Así que, si queremos que los más pequeños tengan gusto por leer, no hay mejor forma de incitarlo que creando un pequeño rincón donde poder disfrutar ojeando las ilustraciones de los libros o leyendo. 

La metodología Montessori es una de las mejores formas de crear un rincón especial, teniendo en cuenta algunos aspectos clave que ayudarán a los niños a sumergirse en el mundo de la lectura. Algunos de estos puntos a tener en cuenta son:

 1. Libros a su altura y con portadas de cara a la vista 

Uno de los aspectos más importantes es disponer de libros a la altura de los niños, puesto que de este modo tendrán la suficiente autonomía para acceder a ellos sin necesidad de ayuda. Además, es preferible que los libros estén dispuestos con las portadas a la vista de los niños, ya que esto es lo que más llama la atención.

Rincón de lectura, ¡los imprescindibles!

Las alternativas de estanterías para poner los libros de cara a la vista son muy diversas, pero si tienes poco espacio, la mejor opción es colocar cestas o cajas en el suelo para que los niños puedan acceder a los libros fácilmente. 

2. Un lugar cómodo para sentarse

En el rincón de lectura es importante tener un espacio para que el niño pueda sentarse cómodamente a leer, que esté a su altura y al que también puede acceder, con la intención siempre de aumentar su propia autonomía. Una buena opción sería colocar un puff lo suficientemente grande en el suelo o un cojín de forma circular que sea cómodo y pueda adaptarse al cuerpo del niño.

A esto podemos sumarle varios cojines, para que el espacio sea más cómodo y acogedor. Es preferible escoger cojines con diferentes formas y texturas, para que el espacio quede más atractivo a ojos del niño.

3. Un espacio delimitado

 Delimitar el rincón de lectura nos servirá para que los niños identifiquen un espacio con un uso concreto, que en este caso será la lectura. Aunque puedes delimitarlo con otras piezas, podrías escoger un dosel de tela, que además de limitar el rincón, permite hacer una especie de refugio que favorece la concentración.

4. Decoración en tonos claros 

Por último, no olvides decorar el rincón puesto que esta será la calve que hará el rincón de lectura un espacio atractivo. La decoración suele ser sutil para que no suponga una distracción para el niño. Según el método Montessori se recomienda utilizar colores claros que aporten luminosidad y favorezcan la concentración. Es recomendable tematizar el rincón de lectura con decoración estacional, dependiendo de la estación del año, el verano, el otoño, el invierno, la primavera...

En definitiva, crear un rincón e lectura nos ayudará a fomentar el amor por la lectura haciendo que los niños pequeños vean el momento de leer como un momento de diversión y relajación al mismo tiempo y podrá disfrutar de estos momentos.  

 

lunes, 11 de marzo de 2024

El perro y su reflejo

El perro y su reflejo

Érase una vez un granjero que vivía tranquilo porque tenía la suerte de que sus animales le proporcionaban todo lo que necesitaba para salir adelante y ser feliz.
Mimaba con cariño a sus gallinas y éstas le correspondían con huevos todos los días. Sus queridas ovejas le daban lana, y de sus dos hermosas vacas, a las que cuidaba con mucho esmero, obtenía la mejor leche de la comarca.
Era un hombre solitario y su mejor compañía era un perro fiel que no sólo vigilaba la casa, sino que también era un experto cazador. El animal era bueno con su dueño, pero tenía un pequeño defecto: era demasiado altivo y orgulloso. Siempre presumía de que era un gran olfateador y que nadie atrapaba las presas como él. Convencido de ello, a menudo le decía al resto de los animales de la granja:
- Los perros de nuestros vecinos son incapaces de cazar nada, son unos inútiles. En cambio yo, cada semana, obsequio a mi amo con alguna paloma o algún ratón al que pillo despistado ¡Nadie es mejor que yo en el arte de la caza!
Era evidente que el perro se tenía en muy alta estima y se encargaba de proclamarlo a los cuatro vientos.

Un día, como de costumbre, salió a dar una vuelta. Se alejó del cerrado y se entretuvo olisqueando algunas toperas que encontró por el camino, con la esperanza de conseguir un nuevo trofeo que llevar a casa. El día no prometía mucho. Hacía calor y los animales dormían en sus madrigueras sin dar señales de vida.
- ¡Qué mañana más aburrida! Creo que me iré a casa a descansar sobre la alfombra porque hoy no se ven mariposas.
De repente, una paloma pasó rozando su cabeza. El perro, que tenía una vista envidiable y era ágil como ninguno, dio un salto y, sin darle tiempo a que reaccionara, la atrapó en el aire. Agarrándola bien fuerte entre los colmillos y sintiéndose un auténtico campeón, tomó el camino de regreso a la granja vadeando el río.

Se acercaba el verano y estaba empezando la montaña a deshelar, el perro asombrado por el caudal ya que era mayor que siempre, sorprendido se dijo a sí mismo:

- El sonido del agua es increíble, me asomaré a la orilla para investigar un poco

Siempre tuvo miedo al agua y era la primera vez que se acercaba tanto, cuando vio su propio reflejo aumentado en el agua, creyó que en realidad se trataba de otro perro que llevaba una presa mayor que la suya.

Se sintió muy herido para su orgullo porque él era el mejor cazador que había en la zona, sin darse cuenta soltó su paloma y se lanzó al agua para arrebatarle la paloma al supuesto competidor.

Lo único que consiguió fue mojarse en agua helada, se dio cuenta que tan solo era su imagen reflejada. Entonces se sintió ridículo y le costó salir del río con el frío y encima observando como la paloma se perdía entre los árboles.

Empapado, con las orejas gachas volvió a su casa sin nada y con la vanidad por los suelos.

La moraleja consiste en que si has conseguido algo gracias a tu esfuerzo, siéntete satisfecho y no intentes tener lo que tienen los demás. Sé feliz con lo que es tuyo, porque si eres codicioso, lo puedes perder para siempre.






 

viernes, 1 de marzo de 2024

Hansel y Gretel

HANSEL Y GRETEL


En una cabaña del bosque vive un leñador y sus dos hijos, 'Hansel y Gretel', este hombre se había casado por segunda vez con una mujer la cual no quería hijos y siempre se quejaba de la falta de comida ya que los hijos comían mucho y el dinero no le llegaba para comprar tanto.

- Ya no queda dinero para comprar leche ni pan, como sigamos así nos moriremos de hambre -dijo la madrastra cabreada.

- Cariño debes entender que los niños están creciendo y debemos tener comida para ellos antes que para nosotros -contestó el padre.

-¡No! Tus hijos se irán a buscarse la vida ellos solitos porque están muy espabilados, mañana los soltamos en el bosque y seguro que encuentran un nuevo hogar- dijo la madrastra.

- ¿Cómo voy a abandonar a mis hijos?

- ¡Ya está decidido! Nosotros viviremos mejor y ellos encontrarán su solución.

El hombre a pesar de todo pensó que era buena idea. Entonces mientras hablaban, Hansel escuchaba todo desde su habitación, después se lo contó a Gretel y comenzó a llorar.
Los chicos preocupados por lo que les ocurriría en el bosque hablaron y se tranquilizaron mutuamente.

A la mañana siguiente la madrastra levantó a voces a los niños de mala manera. Los chicos asustados se vistieron y acompañaron a sus padres para recoger leña en el bosque, la madrastra les dio un panecillo a cada uno.

Los cuatro comenzaron un largo recorrido adentrándose en el bosque con un poco de frío ya que era otoño, había miles de hojas secas por todos lados.

Hansel estaba muy asustado y por si acaso fue dejando miguitas de pan para señalar el camino de vuelta a casa. 
Entonces al llegar a la leña, ayudaron a recoger troncos y ramas, trabajaron mucho y se quedaron dormidos al lado de una fogata. Cuando se despertaron sus padres ya no estaban.

- ¡Hansel, Hansel! ¡Nos han abandonado! ¿Cómo saldremos de aquí? Todo está oscuro y parece muy peligroso -comenzó a decir preocupada Gretel.

- Tranquila hermana con el pan que he dejado podremos regresar -dijo Hansel muy seguro.

Cuando buscaron las miguitas de pan se dieron cuenta de algo, ¡los pájaros se las habían comido!
Entonces desesperados caminaron entre los árboles por horas, tiritaban de frío y tenían muchísima hambre. Terminaron en un claro del bosque, donde vieron una casita de chocolate, el tejado tenía caramelos de colores y las puertas y ventanas eran de bizcocho pero además de todo eso, también un jardín con flores de azúcar y una fuente de la que brotaba sirope de fresa.

Los chicos se acercaron muy contentos y comieron todo lo que veían, todo estaba buenísimo. Al rato, una mujer anciana salió a recibirles con mucha amabilidad.

- ¡Pasad, pasad! En mi casa encontraréis cobijo, debéis estar muertos de hambre, comed todos los dulces que queráis -dijo la anciana

Los niños confiados y sin sospechar entraron a la casa, se trataba de una mala bruja que construyó esa casa para atraer a los niños y después comérselos. Cuando Hansel y Gretel entraron, la bruja cerró la puerta con llave, cogió a Hansel y lo encerró en una celda. Gretel empezó a llorar muy asustada.

- ¡Niñata deja de llorar! Ahora serás mi criada y cocinarás tú a tu hermano, quiero que engorde y en unas semanas me lo comeré. Si tú no obedeces haré lo mismo contigo.

La niña obedeció y cada día le daba mucha comida a su hermano. La bruja cada noche medía el brazo del niño para comprobar lo que había engordado.

Hansel muy listo, sacaba un hueso de pollo porque la bruja era corta de vista y con la oscuridad no distinguía nada. Todas las semanas se quejaba de que el niño no engordaba, hasta que un día se hartó.

- Tu hermano no engorda nada niñata, me he cansado, prepara el horno ya que me lo voy a comer -le dijo a Gretel

La bruja encendió las brasas del horno muy cabreada, Entonces fue cuando Gretel se armó de valor y de una patada empujó a la vieja dentro del horno y cerró la puerta. Cogió las llaves de la celda y liberó a su hermano.

Comenzaron a recorrer la casa, en un cajón encontraron unas joyas y piedras preciosas, las cogieron y huyeron de allí. El camino a casa se alumbró con la luz del sol.

El padre sentado en el descansillo de su casa, con la mirada perdida de la tristeza vio aparecer a sus hijos y corriendo fue a abrazarles. Les contó que sus días sin ellos era un completo infierno y que se había separado de esa mujer con la que estaba. Hansel y Gretel perdonaron a su padre y le dieron todas las joyas.

¡Nunca más les faltó el dinero y los tres vivieron muy felices y unidos!


La moraleja de esta historia es mostrar la importancia de la ingeniosidad y la resiliencia, puesto que a través de ella podemos ver que incluso ante las situaciones más difíciles, podemos encontrar formas creativas de sobrevivir si usamos nuestra inteligencia y mantenemos nuestra determinación. 


jueves, 29 de febrero de 2024

La visita a la biblioteca infantil

 
Visitar la biblioteca municipal es un hábito que se pierde a pasos agigantados, cada vez este templo de la lectura recibe menos visitas, prácticamente nadie recurre a este lugar para desempolvar los libros de sus estanterías, ni jóvenes, ni niños, ni adultos. La biblioteca se ha vuelto un espacio obsoleto. Lo único importante hoy día son las tecnologías, todo lo hacemos de forma digital, incluso disfrutar de una buena lectura, ya sea desde el móvil, la tablet, el ordenador, el e-book... Pero nada de bibliotecas. Estamos perdiendo ese hábito de entrar en un lugar en el que nos giramos y todo lo que nos envuelve es silencio y libros, algo que nos enriquece muchísimo y aún más a los pequeños. 

Llevar a los niños a la biblioteca desde muy temprana edad es un regalo de amor hacia los libros, que nos hacemos a nosotros mismos y a ellos. Realmente no existe una edad establecida para comenzar a visitar la biblioteca, sino que es algo que desde el punto de vista del educador o del padre o madre, debe saberse por instinto u observación sobre el comportamiento del pequeño frente a la lectura. Sin embargo, cabe destacar que muchos expertos recomiendan que las primeras visitas se lleven a cabo cuando aún los niños no saben leer, con la intención de despertar en ellos un carácter de interés y descubrimiento por la lectura.

Es evidente que en este periodo en el que el niño no sabe leer, no va a disfrutar de la lectura en sí, sino que va a disfrutar del proceso que conlleva visitar este templo de los libros. No implica que no reconozca lo que es un libro y qué debe hacerse con él, seguramente se centrará en mirar los dibujos e ilustraciones que le llamen la atención, los colores vibrantes, las páginas, el texto... y tantos otros estímulos que van a favorecer su relación con el espíritu lector. 

Algo que ayuda enormemente a confeccionar este acto simbólico de acudir a la biblioteca es sacar un carnet de lector o un carnet de biblioteca. Con él, podemos explicar que cada vez que hagamos una visita, podemos podamos sacar los libros que cuenten las historias en las que nos queramos meter, con las que soñemos por las noches y las que nos descubran un mundo lleno de aventuras; pero al mismo tiempo debemos devolver los libros en un periodo de tiempo establecido, para que todas las personas que también quieran vivir las mismas sensaciones que nosotros, puedan utilizarlo. En definitiva, estamos inculcando en el niño el espíritu de responsabilidad, al mismo tiempo que de disfrute.

Como ya hemos nombrado anteriormente, los beneficios de acercar los libros a los niños son prácticamente infinitos. Crear un hábito de lectura resulta fundamental para el correcto desarrollo y educación de los niños, pero también para los adultos. Leer estimula la creatividad y la imaginación, pero también nos ayuda en nuestra capacidad de concentración y a conseguir una mayor atención, haciéndonos más curiosos y enriqueciendo nuestro vocabulario. 

Si todos estos son los beneficios de la lectura en las edades tempranas, ¿qué podemos sacar de ir a la biblioteca? Pues podemos extraer casi tanto aprendizaje como el que extraemos de la propia lectura. Principalmente, consultar los libros en la biblioteca se convierte en una oportunidad para insistir en la importancia de que debemos aprender a cuidar de ellos, más incluso que si fueran nuestros, puesto que se trata de un bien común que otras personas van a utiliza. 

Además, la posibilidad de llevar libros a casa que no son nuestros, nos permite mostrar un carácter de desapego por la posesión y la adquisición de más y más cosas. Durante la infancia, somos muy ambiciosos y queremos que todo sea nuestro, sin compartirlo con nadie más, por tanto, debemos aprender tanto a compartir como a tomar cosas prestadas y luego devolverlas de forma sana. Aunque en casa siempre habrá libros, no necesitamos que la colección sea enorme, puesto que podemos acudir a la biblioteca siempre que queramos descubrir una nueva aventura. 

Por otra parte, todos conocemos que la biblioteca es el templo de los libros, pero también del silencio. Así es que los más pequeños deben aprender a cumplir una serie de normas de comportamiento que se plantean en las demandas sociales. Empezar a cumplir normas tan sencillas como mantener silencio, puede resultar toda una odisea para un niño, pero debe comprender que existen otros usuarios que quieren disfrutar de la lectura tanto como nosotros y no podemos molestarlos, ponemos en marcha entonces el autocontrol. 

 Por último, una vez que adquieran conciencia sobre sus gustos, es una buena práctica dejarlos escoger sus propias lecturas, el libro en el que quiere permanecer inmersos durante su tiempo de ocio, puesto que les ayudará a desarrollar su capacidad crítica, de decisión  a definir sus propios intereses. 

En definitiva, las bibliotecas son lugares mágicos donde el tiempo se detiene para dejarnos disfrutar de una afición tan bonita y educativa como es la lectura. Hacer partícipes a los más pequeños de este gran lugar es uno de los mejores regalos que les podemos hacer para su desarrollo personal y educativo.



RICITOS DE ORO

 Ricitos de oro es una niña muy curiosa pero buena y simpática con todo el mundo, al ser tan curiosa siempre estaba mirando las cosas de los...